sábado, 6 de octubre de 2012

PAPÁ



El aroma del café recién colado me despierta. Me levanto y allí está.
Camino sigiloso hasta su cuarto  y como es costumbre en el baño él esta.
Me cuelo entre sus sabanas, hasta toparme con su almohada.
Desde allí lo observo, tan ordenado, tan perfecto, tan sencillo...
Tararea una canción, síntoma de su buen humor.
Me mira y sonríe, haciendo de mi el chiquillo mas feliz del planeta tierra y todo el sistema solar.
Camina hasta la puerta con su mejor sonrisa dibujada.
Abandono su cama y corro hacia él, hasta en sus brazos caer.
¡Campeón! me grita y me sonríe una vez mas.
Me abraza y me siento seguro, protegido como ninguno.
Juega conmigo, y yo con él. Momentos así, que jamas cambiare ni olvidare.
sale de la habitación y yo detrás de él. Imitando sus pasos, imitándolo a él.
La saluda con dulzura, la saluda como a ninguna, y lo mismo hago yo.
¿Que hijo no querría ser como su padre?
¿Quien no querría ser como él?
Habla de sus cosas, las que en el día debe hacer.
Lee el periódico y disfruta para el, su mejor café.  Mientras yo solo lo observo y disfruto el estar con él.
Mi madre se acerca, lo abraza y me mira.
"Ahí esta Alexander Gabriel, nuestro hijo... tu copia fiel."
Mis mejillas se encienden y corro cual niño inocente hacia él, hundo mi rostro en su pecho y escucho su corazón latir.
"Éste en mi muchacho, mi campeón  nuestro ángel Gabriel."  

Mi padre, mi amigo, mi compañero sincero y fiel.
Hoy aunque físicamente no estés, te llevo en todo mi ser.
Tanto me falto por mostrarte, tanto me falto de ti aprender.
Eres el ángel que me cuida, días y noches y madrugadas también.
Te fuiste sin despedirte siquiera. Una partida inesperada, tan repentina, tan cruel, tan siniestra.
Eres mi ejemplo, el que como prometí seguiré.
Te Admiro mi viejo, te admiro y por siempre lo haré.
No hay momento que no piense en ti, que no te extrañe, que no te quiera ver.
Que no quiera abrazarte o tan solo escuchar esa voz con la que con tanto amor me decías "Ese es mi campeón Gabriel".


El vacío que dejaste nadie jamas podrá llenar.
Eres ese lucero que me guía, desde el mas allá.
Apartando todo mal que venga hacia mi, o hacia la familia.
Nos das fortaleza cuando no podemos mas.
Hay tantas cosas que no pudiste disfrutar.
Tantas metas que hemos logrado alcanzar.
Metas que tu nos indujiste a luchar hasta llegar.
Extrañamos tus bromas, tu seriedad.
Extrañamos tu olor, tus brazos, tus manos al tocarnos.
Tus cantos en las mañanas, tus ganas de vivir sin importar nada mas.
Pero sobre todo te extrañamos a ti... Papá.

Don Alexander... Humilde, trabajador y sincero. 
Excelente padre amigo y compañero. 
Su familia, su fortaleza y debilidad.
Su esposa su único y verdadero amor.
Sus hijos, su mayor sueño, su mejor logro.
La medicina su pasión.
Ayudar al necesitado su juramento.
Hacerlo su mayor placer.

Orgulloso me siento de ser tu hijo... Orgulloso de ser quien soy gracias a ti.
Si pudiera cambiar algo, seria el que hoy no puedas estar aquí  mirándome escribir. Mirando como me dejo llevar por lo que siento. Cambiaría el día de tu partida, por un plazo infinito de vida para ti, porque nada es igual, desde que no estas aqui...

TE AMO PAPÁ.

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