miércoles, 10 de octubre de 2012

PERDÓNAME



Conduzco sin rumbo, sin destino: por suerte es domingo y el trafico no abunda.
Estaciono el auto en el primer bar que me cruzo.
Entro y el humo nubla un poco la vista, pero la diviso a ella y su inigualable sonrisa.
Doy unos pasos hacia donde se encuentra, pero no esta sola, alguien mas pide una botella.
Me detengo en seco al ver como un hombre que al juzgar por su vestimenta de mucho dinero, acaricia con mucha confianza su largo cabello negro.
No puedo creer lo que mis ojos ven. "-No pude ser-" repito una y otra vez.
Doy media vuelta incrédulo ¿Como podía ser posible todo eso?
Me detengo en la salida y pienso un momento. Entro de nuevo y me siento algo lejos.
Pido un trago seco, saco un cigarrillo y lo enciendo.
Comienzo a recordar sus salidas injustificadas, las reuniones con amigas en las que no llegaba a casa.
Esos obsequios costosos que me mostraba y cuidaba con  recelo, como se cuida un tesoro.
Agarro el trago y bebo un poco, recorriendo con la mirada todo mi entorno, deteniéndome nuevamente con sumo asombro.
La mano de aquel hombre recorre su espalda, sin detenerse hasta la parte baja.
Ella sonríe con gran emoción, y en sus labios puedo leer "-No, aquí no.-"
Mi corazón da un gran vuelco, sigo sin entender como puede hacerme eso.
El caballero asiente y juega con su cabello, susurra algo en su oído y deposita un beso en su cuello.
No soporto lo que veo, pido la cuenta pero antes otro trago seco.

Noto que el también pide la cuenta y deposita una gran cantidad de dinero. "-Esto es por la botella, y lo demás por tu silencio.-"
Sale con ella cogida por la cintura. Me apresuro un poco, quiero ver donde acaba esta locura.

Suben a un auto lujoso, un BMW lo reconozco.
Les sigo cauteloso hasta llegar a un gran hotel. "-Esto no pude estar pasando.-" repito una y otra vez.
Un  enorme nudo siento en mi garganta, pues podría pensar eso de cualquier mujer, menos de ella, es que no puede ser.
¿Como pudo engañarme tanto tiempo? ¿Como pudo jugar conmigo de esa manera tan cruel?

Bajo con ganas de enfrentarla, de pedirle una explicación, pero a la vez no quiero mirarla.
Llego al Lobby pero no están, ya en la habitación se deben encontrar.
"-Buenas noches joven, ¿en que lo puedo ayudar?.-" una hermosa mujer me habla, de ojos azules como el inmenso mar.
"-Buenas noches señorita, solo quería preguntar, ¿que habitación le ha dado a la pareja que acaba de llegar?.-"
"-Lo siento, no lo puedo ayudar, esa información joven, es confidencial.-" Me sonríe amablemente y solo las "-Gracias.-" le pude dar.

Salgo y en mi auto espero, hasta que al cabo de unas horas se deciden marchar.
Conducen por las calles solitarias hasta llegar a un centro comercial, donde solo ella es quien se despide al bajar. 
Un sobre se asoma en la ventanilla, y ella lo toma sin dudar. No hay que ser muy inteligente para saber que de dinero se ha de tratar.

Siento como mi corazón se rompe, se agrieta sin parar, y un enorme vacío de mi pecho se empieza a adueñar.
Lagrimas comienzan a rodar por mis mejillas, lagrimas de dolor sin dudar. Ya no puedo con eso, necesito alejarme y pensar.
Piso el acelerador y a prisa conduzco hasta a casa llegar ¿Que fue lo que paso? pregunta la abuela cuando siente mi llegar.
La ignoro y subo hasta mi habitación  cierro la puerta con fuerza y me lanzo a la cama sumergido en la ira y la rabia.

Dos horas han transcurrido, ya las 11:00.PM quedaron atrás, y ella con sus "amigos" cuando ya se la verdad.
Escucho la puerta abrirse, su voz al saludar, sus pasos al subir y al volver a bajar.
Me levanto rápidamente  abro la puerta cuando la siento pasar. "-Buenas noches... Necesitamos hablar.-" sin decir una palabra pasan sin dejar de mirar, el dolor que en mi rostro se debe reflejar.
Se sienta al borde de la cama y yo de un lado a otro sin saber por donde empezar.
"-Necesito que me expliques, que fue todo eso que vi en ese bar.-". Finge no saber de lo que le acababa de hablar "- Ya lo se todo no finjas mas, explícame como pudiste, pero explícamelo YA.-" 
Baja la mirada y lagrimas comienzan a brotar "-Te lo explicare todo.-" corro la silla que tengo a un lado y me siento a escuchar.

"-Hace mucho tiempo conocí a un hombre del cual me enamore, pero jugo con mis sentimientos, si importar que lo ame.
Al enterarse de que un fruto de nuestro amor iba a nacer, se marcho para no volver, recuerdo su nombre... Ricardo, Ricardo José.
Pase noches muy duras, no teníamos que comer, mi madre desesperada y ese niño por nacer.
Un 5 de noviembre, dio su primer respiro ese bebé. Convirtiéndose en mi esperanza, en mis fuerzas, en mis ganas de vencer.
Pero la realidad no cambiaba, no tenia nada que ofrecerle. La partida de aquel hombre me había desestabilizado, pues dependía de el.
Pero al verlo tan chiquito e indefenso, prometí luchar, para brindarle un futuro, convertirme en su mamá y su papá.
Busque un  empleo, pero en todos las puertas me cerraron. Una mujer pobre solo servia para lavar los platos por un par de centavos.
Ya no sabia que hacer, mi hijo comenzaba a crecer, y la plata no alcanzaba para darle de comer.
Una noche de agobio salí a caminar, aunque debo confesar que en realidad me iba a suicidar. 
Pero un ángel se me apareció "-Hola, me llamo Simón.-" se presento.

Ahogada en llanto le conté de mi problema, le conté de mis tormentos, de mi pequeño "-Puedo ayudarte.-" me dijo y un beso me planto.
De inmediato lo rechace, aunque el siguió intentándolo "-Puedo ayudarte con dinero, y tu a mi con tu cuerpo.-" fue su proposición.
Aquella noche vendí mi cuerpo, algo que me marco. Aquella noche me permitió soñar con un futuro para mi pequeño, un futuro mejor al que de hoy tenia visión.
No me avergüenzo de todo lo que con Simón paso. Gracias a eso pude sacar a mi hijo adelante, lejos de los malos pasos.
Después de 22 años Simón a diferencia de Ricardo no huyo, sigue a mi lado aunque es algo solo entre el y yo.
El tiene familia, es un hombre de una alta posición, pero infeliz con la vida que le toco. 
Ha visto por nosotros, nunca ha tenido mala intensión. Solo encontró en mi un escape y yo en él, el  apoyo que antes me falto.
Solo te pido que me entiendas, que por amor a  mi hijo lo di todo, me entregue a lo indebido, a lo juzgado por todos. Y así como yo hay muchas que han vendido su cuerpo, por circunstancias que los demás desconocen, por cosas que solo ellas conocen.-"

Lagrimas incontroladas de nuestros ojos salían  Como se puede juzgar sin conocer los motivos que a medidas desesperadas guían.
Aquella historia me dejo pasmado, atonico sin poder hablar. Cuanta culpa sentía por ella, y por juzgarla sin pensar.
Me arrodillo frente a ella, buscando sus manos para unirlas las mías  ¿Como juzgar a alguien por querer una mejor vida para un pequeño que apenas crecía?.

"-Perdóname por juzgarte, por condenarte sin saber. Perdóname por mirarte y en mi mente llamarte mala mujer.
Perdóname por no entender que solo querías el bien para ese pequeño, ese que de tu santo vientre nació.
Perdóname por mirarte como no debe hacerlo un hombre a una mujer, por no esperar a que me explicaras ese sacrificio que tuviste que hacer para a tu hijo darle de comer.
Pero sobre todo perdóname por no reconocer la maravillosa mujer que eres,por hablarte como muchas veces te hable, por ese momento de rabia en el que un Te odio de mis labios viste nacer.

Y ahora quiero darte las gracias, por enseñarme todo lo que se, por inculcar en mi valores que a mis hijos enseñare.
Prometo que ese sacrificio que hiciste, yo lo compensare, siendo un buen hijo, hombre y amigo y futuramente padre también.
Te agradezco por darme la vida, por ser mi madre y mi padre a la vez. Por luchar por mi futuro aunque tu cuerpo tuviste que vender.
Gracias le doy a DIOS por ser esa mujer, ese ángel que me ha cuidado con todo su ser.
Orgulloso me siento, de tu vientre haber nacido, orgulloso de ser tu hijo, orgulloso de ti nacer.
Te amo y te admiro valiente mujer, perdona mis errores, esos con los que algún día te lastime, que hoy me comprometo a corregir y jamas volver a cometer.
Eres mi madre, mi amiga también, juzgarte sabiendo lo que pasaste seria por mi parte una estupidez... Perdóname...

sábado, 6 de octubre de 2012

PAPÁ



El aroma del café recién colado me despierta. Me levanto y allí está.
Camino sigiloso hasta su cuarto  y como es costumbre en el baño él esta.
Me cuelo entre sus sabanas, hasta toparme con su almohada.
Desde allí lo observo, tan ordenado, tan perfecto, tan sencillo...
Tararea una canción, síntoma de su buen humor.
Me mira y sonríe, haciendo de mi el chiquillo mas feliz del planeta tierra y todo el sistema solar.
Camina hasta la puerta con su mejor sonrisa dibujada.
Abandono su cama y corro hacia él, hasta en sus brazos caer.
¡Campeón! me grita y me sonríe una vez mas.
Me abraza y me siento seguro, protegido como ninguno.
Juega conmigo, y yo con él. Momentos así, que jamas cambiare ni olvidare.
sale de la habitación y yo detrás de él. Imitando sus pasos, imitándolo a él.
La saluda con dulzura, la saluda como a ninguna, y lo mismo hago yo.
¿Que hijo no querría ser como su padre?
¿Quien no querría ser como él?
Habla de sus cosas, las que en el día debe hacer.
Lee el periódico y disfruta para el, su mejor café.  Mientras yo solo lo observo y disfruto el estar con él.
Mi madre se acerca, lo abraza y me mira.
"Ahí esta Alexander Gabriel, nuestro hijo... tu copia fiel."
Mis mejillas se encienden y corro cual niño inocente hacia él, hundo mi rostro en su pecho y escucho su corazón latir.
"Éste en mi muchacho, mi campeón  nuestro ángel Gabriel."  

Mi padre, mi amigo, mi compañero sincero y fiel.
Hoy aunque físicamente no estés, te llevo en todo mi ser.
Tanto me falto por mostrarte, tanto me falto de ti aprender.
Eres el ángel que me cuida, días y noches y madrugadas también.
Te fuiste sin despedirte siquiera. Una partida inesperada, tan repentina, tan cruel, tan siniestra.
Eres mi ejemplo, el que como prometí seguiré.
Te Admiro mi viejo, te admiro y por siempre lo haré.
No hay momento que no piense en ti, que no te extrañe, que no te quiera ver.
Que no quiera abrazarte o tan solo escuchar esa voz con la que con tanto amor me decías "Ese es mi campeón Gabriel".


El vacío que dejaste nadie jamas podrá llenar.
Eres ese lucero que me guía, desde el mas allá.
Apartando todo mal que venga hacia mi, o hacia la familia.
Nos das fortaleza cuando no podemos mas.
Hay tantas cosas que no pudiste disfrutar.
Tantas metas que hemos logrado alcanzar.
Metas que tu nos indujiste a luchar hasta llegar.
Extrañamos tus bromas, tu seriedad.
Extrañamos tu olor, tus brazos, tus manos al tocarnos.
Tus cantos en las mañanas, tus ganas de vivir sin importar nada mas.
Pero sobre todo te extrañamos a ti... Papá.

Don Alexander... Humilde, trabajador y sincero. 
Excelente padre amigo y compañero. 
Su familia, su fortaleza y debilidad.
Su esposa su único y verdadero amor.
Sus hijos, su mayor sueño, su mejor logro.
La medicina su pasión.
Ayudar al necesitado su juramento.
Hacerlo su mayor placer.

Orgulloso me siento de ser tu hijo... Orgulloso de ser quien soy gracias a ti.
Si pudiera cambiar algo, seria el que hoy no puedas estar aquí  mirándome escribir. Mirando como me dejo llevar por lo que siento. Cambiaría el día de tu partida, por un plazo infinito de vida para ti, porque nada es igual, desde que no estas aqui...

TE AMO PAPÁ.