Acostado sobre la arena, suave y húmeda,
escuchando las olas reventar… una a una sin parar
Pensando y recordando esos pequeños momentos junto
a ti, cada beso, cada abrazo que nunca te di.
Solo y desierto, el viento golpea mi cara
violento, me reprocha el que ya no estés allí, pero ¿que hago? Te alejaste
prometiendo volver, te alejaste… Evitando mis caricias, mis miradas, mis sonrisas;
Te fuiste y el reclama, te ama tanto como yo, esclavos de tu amor, de tu
belleza sin igual.
Cae la noche y las estrellas aparecen, te
busco y no te encuentro, ¿Qué me has hecho?
Me has hechizado, solo te encuentro en mis recuerdos.
Anhelo tanto tu llegar, tanto como la
noche pasada.
Quiero verte y admirarte contarte mis
secretos, mis verdades.
El deseo me abruma, me deja inerte allí,
junto a las grandes rocas, sobre la fría arena.
Deseo que aparezcas como todas las noches
acompañada de las estrellas, tan sigilosa, tan brillante y perfecta.
Los minutos corren, el cielo se encapota
y las estrellas se ocultan tras las nubes grises y oscuras.
Mi
corazón destila dolor, faltaste a nuestra cita, faltaste a nuestro “juntos por
siempre”.
Gotas de lluvia comienzan a resbalar por
mi cuerpo.
El cielo esta triste, el también esta
vació sin ti.
La lluvia me corre, me anuncia que no
vendrás, me levanto y comienzo a caminar,
El agua recorre mi cara, me ciega, me
tapa.
Ya no puedo ver nada, no quiero ver nada
si tú no estás.
Me duele el no verte, me duele el no
hablarte, admirarte.
No puedo continuar, la fuerte tormenta me
abraza cruelmente, me obliga a ver que no estas.
El frió taladra mis huesos y tu ausencia
mi corazón.
El tiempo sigue corriendo, no se detiene
pero la lluvia se apiada y comienza a morir lentamente.
Vuelvo a mirar el mar, vuelvo a mirar que
no estas.
Camino por el muelle, las tablas mojadas
rechinan. Camino y me siento al final.
Mis pies se sumergen en el agua fría y
templada del infinito mar.
Conservo la esperanza de tu regresar, y
que me hagas feliz, sonreír y suspirar sin parar.
De pronto, un hilos de luz se reflejan
sobre el mar haciendo que media sonrisa se dibuje en mí.
¡Volviste! Lo sabia, mi corazón lo
presentía.
Corro sin detenerme hasta el lugar de
siempre.
Sobre grandes rocas me encuentro, allí
estas… Tan hermosa como siempre, con ese brillo único y sorprendente.
Me hablas y me hielo con tu voz tan dulce
y melodiosa. El viento como mensajero me dice que has vuelto de nuevo.
No puedo dejar de admirar tanta
perfección.
Nada podría compararse contigo, ni el
mismo cielo infinito.
Mi mirada sola te habla, te dice lo que
siento, lo que quiero, lo que tanto deseo.
Las horas pasan volando y ya es hora de
marcharnos, con la certeza de otro encuentro afortunado.
Siento tus ansias locas por robar mis miradas,
mis sonrisas, mis suspiros, mis latidos que gritan tu nombre. Ese tan único y
perfecto como tu.
Con una sonrisa me despido, con un beso
que el viento te lleva me voy.
Esperando verte pronto, contando las horas
para tenerte nuevamente frente a frente.
Me giro y te doy la espalda, escuchando
al viento pronunciar tu nombre, nombre que llevo grabado en mi pecho y que sin
duda recuerdo en todo momento…. ¡LUNA! Mi Luna.
Hermoso mi Piqui! :)
ResponderEliminar